El libro cuenta con tres capítulos compuestos por temas cuestionadores, como ¿La filosofía sirve para algo?, continuando con un capítulo dedicado a reflexiones y críticas sobre el impacto de la filosofía con la educación; además, de una mirada sobre el positivismo y el pragmatismo. El autor afirma que su propósito principal no es solo estudiar filosofía sino hacer filosofía, por eso aborda temas de su interés o de sus preocupaciones para opinar con libertad, afirmando, dudando, criticando o enfrentando los problemas desde la filosofía.