“Podemos prevenir que los jóvenes se vuelquen al crimen”

Frente al aumento de la inseguridad ciudadana, se tienen pocas respuestas para prevenir y controlar el problema del aumento en el número de criminales. Antes de convertirse en delincuentes, suelen ser jóvenes que han pasado por etapas muy difíciles. Y al ser capturados o encarcelados, les espera un futuro aún peor. ¿Qué se puede hacer por ellos?

Jean Schmitz, especialista en Justicia Juvenil y Prácticas Restaurativas y originario de Bélgica, afirma que se puede hacer mucho por prevenir que los jóvenes e incluso los niños sigan el camino de la delincuencia. Asimismo, aquellos que ingresan a las cárceles pueden ser rehabilitados de manera más rápida y efectiva.

“La violencia está presente en el Perú. Hay datos que manifiestan preocupación, pero creo que todavía estamos a tiempo de trabajarlo, y hacer que las cosas cambien positivamente”, expresó Schmitz.

Las prácticas restaurativas consisten en sesiones de trabajo con el victimario, la víctima y personas asociadas a ambos. El objetivo es restaurar la relación entre el agresor y la víctima, establecer responsabilidades, y determinar cómo se puede reparar el daño causado. Esto contrasta con el enfoque punitivo de las cárceles de hoy, en las que se deja al interno encerrado, pero no se trabaja adecuadamente en su rehabilitación.

Asimismo, las prácticas restaurativas evitan colocar al delincuente o infractor en calidad de víctima, condición importante para que no se sienta atacado por todos, y no piense que es inocente o la reacción es exagerada. De esta manera, se evita que el infractor piense en cometer nuevos crímenes en el futuro.

Se espera que la implementación de este tipo de prácticas en el Perú disminuya la cantidad de reos que salen de las cárceles “perfeccionando” sus habilidades delictivas. Especialmente en las correccionales como el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima (Maranguita) y en los penales que albergan a presos por delitos leves o que son “primerizos”.

¿Qué hacer en la familia?

Las prácticas restaurativas tienen un lugar en el seno familiar, y de hecho suelen tener alta efectividad como medida correctiva, siempre que se entienda “correctiva” como cambio de conducta y no como castigo o represión.

“Cuando un padre de familia está frente a un comportamiento inadecuado de su hijo, lo primero que le dice es ¿por qué? Frases como esta, que son muy acusadoras, lo colocan a la defensiva, y no va a reflexionar sobre lo que pasó”, afirma Schmitz.

En lugar de ello, sugiere simplemente conversar con él, hacer preguntas como ¿qué estás pensando en este momento? ¿a quién piensas que has afectado? Además, toda la familia puede cambiar su conducta para asegurar una convivencia más armoniosa.

Sobre Jean Schmitz

Es instructor del International Institute for Restorative Practices, especialista en la prevención y resolución de conflictos desde diferentes ámbitos. Fue Fundador y Director hasta mayo 2015 del Instituto Latino Americano de Prácticas Restaurativas afiliado al International Institute for Restorative Practices.

Además, dirigió múltiples proyectos sociales por diversos organismos internacionales desde 1983 en varios países de LatinoAmérica, el Caribe y África. Ha trabajado con diversos organismos peruanos e internacionales como Municipalidad Metropolitana de Lima; Ministerio de Educación; Poder Judicial; Ministerio Público; Instituto Nacional Penitenciario; ONGs, Empresas privadas y Organismos de las Naciones Unidas.