Mujeres en la ciencia: rompiendo barreras y construyendo el futuro

02/11/2025

La UCH destaca la importancia del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Cada 11 de febrero, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una iniciativa impulsada por la UNESCO y ONU-Mujeres con el propósito de promover el acceso y la participación equitativa de mujeres y niñas en el ámbito científico y tecnológico. Esta fecha no solo reconoce el talento de las mujeres en la ciencia, sino que también busca inspirar a nuevas generaciones a desarrollar su vocación en disciplinas que históricamente han sido dominadas por hombres.

La Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH) reafirma su compromiso con la formación integral y la investigación científica, fomentando la participación activa de sus estudiantes en proyectos de impacto social. En este marco, destacamos la trayectoria de dos profesionales que, con esfuerzo y dedicación, han logrado consolidarse en sus áreas, demostrando que el talento no tiene género ni límites.

Pasión por la ciencia desde la infancia

El camino de una mujer en la ciencia muchas veces inicia con una curiosidad innata por entender el mundo. Para Meyluz Mónica Paico Campos, egresada de la carrera de Ingeniería de Sistemas e Informática de la UCH, la pasión por la ciencia y la investigación nació en la infancia. “De niña jugaba a la escuela, buscaba estrategias para mejorar el aprendizaje, y así descubrí mis dos pasiones: la ingeniería de sistemas y la investigación en tecnologías educativas”, recuerda.

Hoy, Meyluz ha logrado importantes reconocimientos en el ámbito académico y científico. Sus investigaciones han sido publicadas en revistas indexadas en Scopus, ha participado en conferencias internacionales y ha sido reconocida en Renacyt, el Registro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica del Perú.Me he desempeñado en un laboratorio de investigación, lo que me ha permitido mostrar mis aportes en ciencia y tecnología, comenta con orgullo. Actualmente, junto a su compañero Salomón Neyra, está desarrollando un software para mejorar el aprendizaje en niños con autismo, un proyecto innovador que busca generar un impacto positivo en la educación inclusiva.

Por otro lado, Katherine Lissett Paredes Guerrero, coordinadora del Programa de Ingeniería Ambiental de la UCH, comparte una historia similar. Desde pequeña, siempre sintió una fascinación por la ciencia.Siempre me atrajo la idea de entender cómo funcionan las cosas. Las ciencias me ayudaron a ver el mundo de una manera diferente y contribuyeron a entender el porqué de lo que sucedía a mi alrededor, señala.

Al momento de elegir su carrera profesional, Katherine no tuvo dudas: la ingeniería le permitiría resolver problemas reales, crear soluciones innovadoras y tener un impacto directo en la sociedad. Su amor por la ciencia y su compromiso con el medio ambiente la han llevado a liderar diversos proyectos en distintas regiones del Perú, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población a través del desarrollo sostenible.

Desafíos y superación en el camino de la ciencia

A pesar de los avances en la equidad de género, muchas mujeres en la ciencia todavía enfrentan barreras y estereotipos que dificultan su desarrollo profesional. Katherine recuerda que, en más de una ocasión, escuchó comentarios sugiriendo que ciertas carreras eran “más para mujeres” y otras no. Sin embargo, su determinación fue más fuerte. Gracias a la fortaleza otorgada por mis padres, siempre supe que el género no determina nuestras habilidades, pasiones ni metas de vida, enfatiza.

Meyluz también reconoce que los desafíos existen, pero resalta la importancia de la perseverancia y la confianza en una misma. Mi consejo para las niñas y mujeres que desean dedicarse a este rubro es que no se rindan. Los sueños se hacen realidad y con nuestros aportes podemos mejorar diferentes problemáticas de nuestro país. Por más mujeres en la ciencia, expresa con determinación.

Para Katherine, el trabajo en ingeniería no solo implica conocimientos técnicos, sino también la capacidad de interactuar con profesionales de otras disciplinas, compartir ideas y aprender en un entorno colaborativo. Lo disfruto mucho porque no solo se trata de aplicar conocimientos, sino también de interactuar con profesionales de otras ramas, compartir ideas, aprender de ellos y ver cómo el trabajo colectivo toma vida. Saber que mi trabajo puede mejorar la vida de las personas me da una gran satisfacción, afirma.

Inspirando a las futuras generaciones

A lo largo de los años, muchas niñas han sido desalentadas de seguir carreras en ciencia y tecnología debido a estereotipos de género. Sin embargo, el mensaje de mujeres como Meyluz y Katherine es claro: las oportunidades en la ciencia están abiertas para todas aquellas que deseen explorarlas.

Si sienten pasión por la ciencia o la ingeniería, sigan adelante. No dejen que los estereotipos limiten sus sueños, aconseja Katherine. Para ella, la diversidad de perspectivas es esencial para crear soluciones innovadoras y abordar los desafíos del futuro. Nos necesitamos mutuamente, hombres y mujeres. La diversidad en el pensamiento es clave para lograr avances significativos, agrega.

Desde la UCH, se reafirma el compromiso de impulsar la participación de más mujeres en la ciencia, promoviendo de esta manera oportunidades de aprendizaje, investigación y desarrollo. Este 11 de febrero es una oportunidad para reflexionar sobre el papel de las mujeres en el ámbito científico y seguir trabajando en la construcción de un futuro más equitativo.

La ciencia no tiene género

La contribución de las mujeres a la ciencia es incuestionable. Gracias a su talento, esfuerzo y perseverancia, continúan abriendo camino para futuras generaciones. La UCH seguirá promoviendo espacios de formación y desarrollo para que más mujeres se sumen al mundo de la investigación, demostrando que la ciencia no tiene género y que cada aporte suma en la construcción de un mundo mejor.

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