Importancia de la interculturalidad en la formación docente
Según el Ministerio de Educación implementar la educación intercultural bilingüe en las más de 21 mil instituciones educativas de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) registradas como tales, exige contar con docentes bilingües formados y titulados. Hasta el 2014 solo cinco universidades en el Perú ofrecían carreras de EIB. Así tenemos el Programa Descentralizado de Formación de Profesores en Educación Intercultural Bilingüe, a Nivel Primaria, de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con sede en el departamento de Junín. El programa está dirigido a la población indígena de los pueblos Asháninka, Yanesha, Nomatsigenga y Kakinte de la Selva Central con la finalidad de formar docentes en educación primaria con especialidad en Educación Intercultural Bilingüe.
La facultad de educación de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, tiene las carreras de educación intercultural bilingüe - lengua española y educación intercultural bilingüe – literatura en la sede central de Chosica (Lima). La Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía, ubicado en el departamento de Ucayali creada en el 2000 tuvo como objetivo el aprendizaje indígena, especialmente, de los shipibos. La Universidad Cayetano Heredia ofrece la carrera profesional en educación intercultural bilingüe/Beca 18 para jóvenes pertenecientes a pueblos originarios andino-amazónicos. Y la Universidad De Ciencias y Humanidades con su Facultad de Educación Primaria Intercultural, ubicada en Lima Norte. Si bien el MINEDU a través del plan, propone objetivos, estrategias, actividades y metas a desarrollar en los próximos seis años, para mejorar la calidad educativa a favor de los pueblos originarios del Perú de cara al 2021; sin embargo es necesario articular esta propuesta con la formación docente en las universidades.
Actualmente, la formación docente en la universidad peruana está orientada a formar profesionales de la enseñanza que exige el mercado neoliberal y sus currículos están diseñados con tal fin. La universidad no forma, en el pregrado, maestros para un país pluricultural y multilingüe como es el Perú, prioriza la enseñanza monolingüe- española y la cultura occidentalizada dominante, sin tener en cuenta la diversidad cultural andina y campesina. El carácter pluricultural y multilingüe de la nación peruana plantea un desafío a la educación que tiene, a su vez, potencialidad y riqueza. Esto obliga a establecer políticas y medidas que favorezcan el desarrollo en las zonas de mayor pobreza, superando la marginación, la inequidad y la desigualdad de oportunidades que vienen presentándose como fenómenos estructurales.
La población rural y campesina se ubica en centros poblados, comunidades y caseríos. Tiene un alto nivel de dispersión, aislamiento y dificultad para la comunicación. Más de seis y medio millones de personas (89% de la población rural) viven en comunidades de menos de 500 habitantes (INEI –1997) según PNUD, al 2000, en el Perú habían 5 mil 826 comunidades campesinas y 1 mil 267 comunidades nativas.
En el Perú, el maestro, cuando trabaja por ejemplo en una comunidad campesino - rural aplica un currículo, diseñado por el ministerio de educación, que no llega a comprender para adaptarlo a su realidad .Requiere contar con una formación no solo en metodologías adecuadas para trabajar con grupos heterogéneos con diferentes niveles de aprendizaje, varios grados, edades distintas, nivel lingüístico diverso, sino sobre todo contextualizar el proceso de enseñanza-aprendizaje a la realidad geográfica, socioeconómica y cultural de la comunidad.
Unos educadores que produzcan sus propias iniciativas, que consideren el conocimiento como sinónimo de acción y no solamente como objeto, que visualicen nuevos imaginarios de la vida y valoren e incentiven el protagonismo de los estudiantes en cada momento del proceso educativo en pro de la continuidad de sus saberes y cultura.
Finalmente, la formación docente debe incluir cursos y /o actividades que se inscriben dentro de esta dinámica donde el futuro docente, asuma un papel político, contextualice su sesiones de clase en función a la realidad de las comunidades campesinas que utiliza elementos cotidianos como parte de su estrategia metodológica con el fin de que el estudiante capte, procese e, integre el conocimiento a partir de sus categorías cognitivas con su sistema de comunicación y a partir de su forma de simbolización.
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