Cine Fórum: La Corrupción y sus Efectos en la Sociedad
El Departamento de Estudios Generales y el Centro Cultural de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), proyectarán dos películas que abordan el tema de la corrupción en el Perú y Latinoamérica: La Ley de Herodes (largometraje mexicano) y un documental peruano que narra los acontecimientos políticos y sociales de la década del 90. Las películas están dirigidas a los estudiantes de las diferentes carreras profesionales de la UCH, principalmente de los cursos de Ciudadanía y Responsabilidad Social e Historia Contemporánea Nacional y Mundial.
El Cine Fórum iniciará el sábado 5 de mayo a las 18:00 horas, con la proyección: La Ley de Herodes del director mexicano Luis Estrada; y el 2 de junio en el mismo horario, se presentará un documental nacional sobre los acontecimientos de la última década del siglo XX, dirigida por Fernando Vílchez. Ambos largometrajes se exhibirán en el auditorio del Centro Cultural UCH ubicado en la Av. Bolivia 537, Breña.
Para ampliar el marco teórico que se desarrolla en los cursos mencionados, los estudiantes dialogarán y reflexionarán en torno al contenido de las películas para profundizar en la temática propuesta.
La corrupción, como problema social y político ha generado un debilitamiento institucional y de legitimidad en las instituciones públicas y privadas, abriendo brechas sociales, de exclusión y de desarticulación nacional que, para Julio Cotler, sería un archipiélago social, refiriéndose al Perú heterogéneo, fragmentado y desgajado, que dificulta la construcción de un proyecto como país.
Para Laval y Dardot en su libro “La Nueva Razón del Mundo” realizan un análisis sobre el tipo de racionalidad que domina el orden actual y lo que esta racionalidad constituye no sólo como política económica o una ideología sino como forma de vida en la esfera de la vida social como la nueva razón del capitalismo contemporáneo.
Tomamos en cuenta estos aportes para comprender la estrecha relación entre el poder del Estado, la política y los sistemas de corrupción en los procesos de globalización que han venido debilitando los procesos de desarrollo, autonomía, transparencia y democracia en el Perú y Latinoamérica.
En el caso peruano, desde los inicios de la República las instituciones se han visto envueltas en temas de corrupción, sobre todo en la década de los noventa, donde lograron enquistarse.
Alfonso Quiroz en su libro “Historia de la corrupción en el Perú”, expone desde una perspectiva histórica, crítica y didáctica la trama de negociaciones, sistemas de clientelismo, violaciones y sobornos que han sentado las bases de la corrupción en la esfera pública (del Estado) y de las empresas privadas desde el inicio de la colonia hasta nuestros días, trayendo como consecuencia el devenir histórico y social de un país limitado en su progreso.
Para Quiroz “la corrupción constituye un fenómeno insidioso, amplio, variado y global que comprende actividades tanto públicas como privadas. No se trata únicamente del tosco saqueo del patrimonio del Estado. La corruptela comprende el ofrecimiento y la recepción de sobornos; la malversación y mala asignación de fondos y gastos públicos; los escándalos financieros y políticos; el fraude electoral, el tráfico de influencias y otras trasgresiones administrativas como el financiamiento ilegal de partidos políticos en busca de favores indebidos”.
Antonio Zapata opina sobre el texto de Alfonso Quiroz: “El libro de Alfonso Quiroz identifica tres grandes momentos: la época del boom del guano; la de Leguía y los préstamos de la banca extranjera; y el régimen de Alberto Fujimori con la privatización de las empresas estatales".
Para Marcos Cueto “la corrupción implica una insidiosa persistencia de minar la democracia y crear redes de clientelismo que acrecientan la arbitrariedad y las injusticias sociales”.
Francisco Durán también estudia el tema de la captura del Estado por el poder privado y el enriquecimiento de estos grupos de poder económico mediante manejos ilícitos.
Se deduce de las críticas anteriores la corrupción como abuso y malgasto de los recursos públicos, así como el enriquecimiento de las élites empresariales, dirigentes y funcionarios estatales, postergando la construcción de un proyecto nacional que beneficie a las mayorías por encima de los intereses individuales y privados. Esta es una herencia colonial que sigue más vigente que nunca y se materializa en el mal uso del poder político.
Sin embargo, en medio de esta crisis, se visibilizan movimientos sociales que luchan por la construcción de una ciudadanía con fuertes lazos de humanidad, de solidaridad y de integración.
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