“Nuevos exoplanetas son el mayor descubrimiento de los últimos años”
El miércoles 22 la NASA anunció el descubrimiento de siete planetas similares a la Tierra, o exoplanetas, a 40 años luz de distancia de la Tierra. Estos planetas tienen un tamaño similar al de nuestro planeta y temperaturas similares, por lo que existe la probabilidad de que alberguen agua o incluso formas de vida.
“Este descubrimiento es una de las noticias más importantes en los últimos años”, afirmó el profesor Avid Román-González, investigador de la Universidad de Ciencias y Humanidades. “Es la primera vez que se descubren tantos exoplanetas similares a la Tierra en un mismo sistema solar”, comentó.
“Los exoplanetas descubiertos tienen tamaños muy similares al de la Tierra, entre 75 y 110% del tamaño de nuestro planeta. De estos, tres planetas tienen las mejores condiciones posibles para albergar agua y vida porque están en la distancia más adecuada de su estrella”, declaró el docente. Asimismo, estos planetas están a la “cercana” distancia de 40 años luz de la Tierra, mientras que otros cuerpos celestes descubiertos están a miles de años luz.
Para descubrir este sistema solar y sus respectivos planetas, se emplearon telescopios en órbita desde la Tierra, y telescopios en la superficie de la Tierra. El nombre Trappist-1 viene del Telescopio Pequeño para Planetas y Planetesimales en Tránsito, ubicado en Chile, que fue empleado para estas observaciones.
Para observar los planetas, primero se descubrió la luz de sus estrellas o soles, y luego observando las “manchas” que cubrían estas estrellas, se pudo determinar la cantidad y composición de los planetas. En el 2018 la NASA lanzará al espacio el telescopio James Webb, que será capaz de determinar si los exoplanetas descubiertos tienen atmósfera, agua, oxígeno, ozono y otros componentes.
Sin embargo, el descubrimiento de estos planetas no significa que podamos enviar sondas o misiones tripuladas en un futuro cercano. Con la tecnología actual, una nave tardaría nada menos que 800 mil años en llegar, y una sonda espacial bajo las condiciones correctas, podría lograrlo en 159 mil años.
Por ello se necesitaría una revolución en las tecnologías de propulsión espacial, que nos permita acercarnos a la velocidad de la luz o superarla. “Si en algún momento lográramos acercarnos a la velocidad de la luz, ahí podríamos pensar en un viaje de este tipo”, acotó el profesor Román-González.
Asimismo, se requerirían nuevas técnicas para viajes largos en el espacio. El proyecto para viajar a Marte sería un primer paso en esta dirección, y es posible que diversos países y empresas renueven su interés por alcanzar esta meta gracias al descubrimiento de los planetas de Trappist-1.
Consultas de la prensa a docentes de la UCH:
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