El final de una era mágica de la poesía

Nadie imaginó que el reconocido poeta peruano y director de la revista Vuelapluma, Arturo Corcuera, quien fue homenajeado hace menos de un mes en la Feria Internacional del Libro, partiría tres semanas después, dejando desolados a los amantes de sus letras.

Tras estar varios días internado en cuidados intensivos, el poeta Arturo Corcuera falleció la madrugada del lunes a sus 81 años. Fue su hija Rosamar Corcuera, quien anunció el deceso de su padre y viene recibiendo las condolencias de amigos y familiares.

En el merecido reconocimiento que recibió Corcuera en la FIL, la escritora Andrea Cabel y el poeta Hildebrando Pérez, tuvieron conmovedoras palabras hacia el poeta trujillano, que hoy queremos transcribir:

Hildebrando Pérez: “Se dice que, si alguien quiere verle la cara al sol para compartir luego con los duendes el milagro de la naturaleza, basta con aproximase a los cristalinos cuadernos de Arturo Corcuera, desde Cantoral hasta A bordo del Arca, pasando por sus innumerables libros de poesía, cuenta con un discurso lírico en donde la magia, la fantasía, el humor y la actitud irreverente se entrecruza con la felicidad para ofrecernos una obra poética.”

Andrea Cabel: “Arturo es un gran poeta, sin duda, pero es algo mucho más intenso y mucho más importante que eso. Arturo es una gran persona. Un ser humano que prioriza la solidaridad como estética máxima del ritmo de la vida (…) Entrega a quien lo conoce, pedazos de su generosidad, trozos de su sonrisa y abre las puertas de su casa, las puertas de sus brazos, sus brazos mismos, y te permite conocerlo y conocerte a través de él y de su familia”.

Sobre su vida y trayectoria

El trujillano Arturo Corcuera (1935 - 2017) estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad Autónoma de Madrid. Con veintiocho años fue Premio Nacional de Poesía. Ha publicado más de 20 libros donde explora distintos géneros y formas de expresión, incluso de la poesía infantil.

Entre sus publicaciones destacan Noé delirante (1963), Las sirenas y las estaciones (1976), Poesía de clase (1968), Puente de los suspiros (1982), Canto y gemido de la tierra (1998), Puerto de la memoria (2001), A bordo del arca(2006) -querecibió el premio Casa de las Américas- yVida cantada. Memorias de un olvidadizo(2017),entre otros.

Arturo Corcuera tuvo una intachable labor como director de la revista cultural Vuelapluma del Fondo Editorial de la UCH, que contiene artículos de literatura, artes plásticas, cine, educación y arte popular. El poeta estaba por lanzar su 12va edición.